Aunque soy famoso gracias a mis cuadros, he de decir que parte de mi celebridad la debo al hecho de haber conocido a muchas personas interesantes y de haber vivido muchísimos años, en una época -buena parte del siglo XX- que ha sido una de las más prolíficas desde el punto de vista cultural. Viene a ser como terminar un viejo libro y empezar otro repleto de nuevas ideas, con una mirada puesta en el futuro. Los nuevos representantes de la cultura hemos aprendido de nuestros predecesores, pero también hemos puesto en duda sus conocimientos y hemos buscado un nuevo lenguaje más acorde con los tiempos modernos. Pero por desdicha también ha sido una etapa de guerras cruentas, sociedades heridas de muerte y pueblos enfrentados entre sí. Todo esto lo he vivido de primera mano, e incluso he sido uno de sus protagonistas. Mi carácter inquieto e independiente, unido a mis dotes innatas para la creación artística, me ha empujado a buscar nuevos lenguajes de expresión, sin comprometerme con ninguno, y ha hecho de mí el mayor artista del siglo XX. ¡Por lo menos eso dicen los entendidos en la materia! Disponible en catalán, para comprarlo haz clic aquí.