Lo normal en un gato es que pida sardinas, pero? ¿y unas botas? ¿A qué gato se le ocurriría pedir unas? ¡Pues al famoso Gato con Botas, claro! Lo malo es que, como a todo bicho viviente, al Gato con Botas le llega la hora de morirse, y el antiguo marqués de Carabás, que ahora ya es rey, necesita un sustituto. El encargado de encontrar al nuevo Gato con Botas es el joven caballero Gandalín, que se enfrenta a mil y un peligros (dragón y ogro incluidos) para cumplir la misión encomendada por el rey.