No resulta nada fácil ser la hija del Faraón y portarse siempre como una princesa obediente, sobre todo si se tienen quince años y se sueña con viajar. Tirya es activa, curiosa y un poco cabezota, pero ¡tan guapa...!
En la tercera entrega de la serie, Tirya está furiosa porque su padre va a casarse con Ninetis, su peor enemiga, y a sentarla junto a él, en el trono de Isis. Para obligarles a retrasar la boda, la muchacha decide viajar a Grecia. Al llegar a Atenas, Tirya es acusada de conspiración y ahora su vida corre peligro.