La compleja figura de Borís Pasternak no ha sido comprendida prácticamente hasta nuestros días. Poeta por encima de todo, traductor al ruso de Rilke, Verlaine y Shakespeare, fue acusado y postergado por su escritura «individualista».
El doctor Zhivago no es una novela contrarrevolucionaria ni tergiversa las ideas
de la revolución. Describe en ella Pasternak, sin abiertas intenciones polémicas, la vida de un «testigo» de una de las épocas más trágicas de la historia rusa. Sólo a comienzos de 1988 esta novela fue publicada en Rusia.