Los relatos póstumos que componen Laúd y cicatrices fueron descubiertos y recopilados a partir de manuscritos inéditos de Danilo Kiš escritos entre 1980 y 1986. Lejos de ser material de aluvión, todos ellos convergen en un libro que adquiere unidad por la soberbia dicción y el tono de la narrativa de quien fue, sin lugar a dudas, uno de los mayores escritores del siglo xx. Personajes perdidos, marcados a hierro, olvidados o deseosos de olvidar, tocados por la belleza poética de la narrativa de Kiš que roza, magistralmente, los límites de lo intangible.