En una ciudad marroquí imaginaria, llamada Zarkana, se traza el destino incierto de un grupo de personajes de ficción que optan por huir de la realidad que les atrapa, de las fuerzas telúricas y marítimas que los atnazan. A partir de una visión caleidoscópica y abierta, el autor, pese a las críticas de un narrador que interviene para manifestar que no encuentra lógica al al decurso de la novela, va relatando las peripecias de unos seres inciertos que buscan la huida, salvo Slah, que queda atrapado, casi hasta el último instante, en las redes de Zarkana.