«Solo su obsesión por la muerte nos explica su afición casi mística a lo taurino.»
JOSÉ LUIS CASTILLO-PUCHE
En 1927, Hemingway publicó Fiesta, y con ella inició una serie de novelas-reportaje relacionadas con su fascinación por el mundo de los toros. A ella siguió Muerte en la tarde (1932) que es, además de una descripción técnica y minuciosa de una corrida vista desde los ojos de un profano, un ensayo profundo y sin concesiones sobre el arte del riesgo y la estrecha relación entre vida y crueldad con el que Hemingway regresa, una vez más, al tema que cohesiona su obra: el sentimiento trágico de la vida y el instinto de autodestrucción.
Ernest Hemingway (1899-1961) forma ya parte de la mitología literaria universal, por su obra, su azarosa vida y su trágica muerte. Viajó por todo el mundo, vio de cerca varias guerras y participó en los ambientes artísticos de vanguardia. En 1954 obtuvo el Premio Nobel.
Prólogo de Rodrigo Fresán
Traducción de Lola de Aguado