¿Cómo se puede odiar a quien ni siquiera se conoce? ¿Cómo se articula una sociedad alrededor del enfrentamiento? Obligado por las circunstancias políticas a permanecer escondido, el protagonista de este turbador relato solo encuentra refugio en la escritura. El mismo pensamiento que tiempo atrás se ha apropiado de todo su ser guía sus páginas: el de la muerte de su adversario. A pesar del sufrimiento que le ha infligido a él y a los suyos, intenta comprender la fascinación que le genera ese enemigo, al que nunca llega a poner nombre, que se encarama al poder en la Alemania de los años treinta. En esta original novela -que empezó a redactarse en 1942, aunque el autor tuvo que enterrar el manuscrito y no pudo retomarlo hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial-, Hans Keilson traza, frente a los que aceptan la violencia como algo inevitable, una reflexión palpitante sobre los lazos psicológicos que instaura el odio. Sutil y audaz, La muerte del adversario es un texto subyugador que explora el ambivalente vínculo que se establece entre la víctima y su agresor.