El nivel del lago Kleifarvatn ha ido bajando lentamente después de un terremoto. Al parecer, unas fisuras
en el fondo están propiciando el drenaje de las aguas. Un hidrólogo local está estudiando el curioso fenómeno cuando
descubre un esqueleto con un agujero en el cráneo y un viejo aparato de radio, con inscripciones en ruso, usado a modo
de lastre para que el cadáver no subiera a la superficie. Todo apunta a un asesinato cometido hace bastantes años. El
inspector Erlendur es un hombre curtido por el dolor, implacable cuando se trata de descubrir la verdad, incluso cuando
está oculta tras las sombras del pasado. Con esta cuarta entrega de la serie del inspector Erlendur Sveinsson,
Indridason ha escrito una novela policíaca en su estado más profundo, poético y conmovedor, a la vez que un misterio
difícil de resolver y muy estimulante para el lector.