Amelia, una prestigiosa paisajista, acaba de separarse del
crítico literario Ezequiel Barros, después de trece años de matrimonio. Para mitigar
la tristeza y el dolor, se ha refugiado en su casa cerca del mar. Los paseos por los cerros boscosos y el trabajo en el jardín
logran devolverle algo de la paz perdida. Pero no consigue estar sola. A lo
largo del verano recibe las visitas de su hermana, de un viejo amante, del propio
Ezequiel, y de Roque, su último amante. Cada uno de ellos la obliga a
rememorar, a sopesar responsabilidades, a preguntarse qué da fuerza y sustento
al vínculo amoroso.
Así nos enteramos de los pasos inexorables que llevaron a
Ezequiel a perder interés en el sexo, y de cómo ambos buscaron formas de
revivir su intimidad.
¿Puede una pareja recuperar la cercanía física que ha
perdido si hace realidad sus fantasías? Por mantenerse unidos, Amelia y
Ezequieln cruzan la barrera del pudor y ya no pueden regresar. Esta es una
novela que indaga en la búsqueda de identidad de una mujer que se separa. Pero también
es la exploración de un tema muy de nuestra época: la incertidumbre sexual en
el amor, la falta de deseo en la pareja y sus rincones más sombríos.
Con elegancia y sutileza, al ritmo apacible del mar, la
neblina y los días solitarios, Pablo Simonetti da forma a una novela
melancólica y vital a la vez, tan emotiva como provocadora.