Jakob Fabian es un joven germanista que se dedica a la publicidad en el Berlín de comienzos de los años treinta. Espectador escéptico y mordaz de su tiempo, se considera a sí mismo un moralista desconcertado en un mundo en que los valores éticos se desmoronan. Fabian, héroe confuso y, en el fondo, indefenso, recorre las calles de la gran metrópolis, conoce sus bares y prostíbulos, es víctima del desempleo y el desamor en esta sátira chispeante en la que la exageración sirve para dar el mejor retrato de toda una época, y que, en palabras del propio autor, pretendía servir de advertencia a una Europa sumida en la depresión espiritual y económica, a punto de precipitarse al abismo.