El presente volumen reúne los mejores cuentos de Chesterton
aparecidos en prensa y nunca publicados como libro, desde 1890, cuando
era alumno de la St Paul School, y reflejan la predilección adolescente
de Chesterton hacia los horrores y las pesadillas, «porque nada hay
tan delicioso como una pesadilla, cuando se sabe que es una pesadilla...»
También se han incluido las fábulas publicadas en la sección
«Principios» de su propia revista, G.K.’s Weekly, a
finales de los años veinte. A quien no esté familiarizado
con la obra de Chesterton, tal vez le resulten esclarecedoras estas palabras
de Borges, uno de sus más ilustres admiradores: «Chesterton
nos habla de un muerto que descubre en el paraíso que los espíritus
de los coros angélicos tienen sin fin su misma cara; habla de una
cárcel de espejos; habla de un laberinto sin centro; habla de un
hombre devorado por autómatas de metal; habla de un árbol
que devora a los pájaros y que en lugar de hojas da plumas... Chesterton
se defendió de ser Edgar Allan Poe o Franz Kafka,
aunque algo en el barro de su yo propendía a la pesadilla, algo
secreto, y ciego y central...»