Los mejores textos de Arturo Pérez-Reverte sobre su gran pasión: el mar.
Los barcos se pierden en tierra ofrece no sólo un insólito goce náutico sino una aproximación iluminadora a la personalidad y el mundo del escritor a través de la que quizá sea la mayor de sus pasiones.
El mar restalla en las cuartillas que tengo sobre la mesa y que el viento agita blancas como penachos de espuma. Son las páginas de Los barcos se pierden en tierra, este libro que recoge textos y artículos de Arturo Pérez-Reverte sobre mares y marinos, varios de ellos bien conocidos de los que le seguimos, otros inéditos. La mayoría procedentes de ese espacio tan refrescante y contumaz que es su colaboración en el XL Semanal, «Patente de corso». Ahora todos juntos componen una poderosa y homogénea escuadra que ofrece no sólo un insólito goce náutico sino una aproximación iluminadora a la personalidad y el mundo del escritor a través de la que quizá sea la mayor de sus pasiones.
En esta gozosa travesía encuadernada hay pasajes de un conmovedor lirismo, como el relato de la primera vez que el autor observó una ballena; episodios de gran ternura, como el de su hija nadando entre delfines; melancólicas estampas de puertos; o, en el otro extremo, están los textos hilarantes del Pérez-Reverte iconoclasta, gamberro y cachondo. Las bromas a costa del brazo de Nelson, las diatribas contra los ingleses o los domingueros del mar, las motos de agua y los pijoyates.
Pasen la página y disfruten de cómo sopla el viento en las jarcias, bajo las estrellas.
Jacinto Antón