Los Ángeles, años cincuenta. Tres hombres se ven atrapados en una red de ambiciones, perversión y mentiras: Danny Upshaw, ayudante del sheriff y punto de mira de intereses espurios; Mal Considine, fiscal del distrito que intenta promocionarse profesionalmente y poner orden en su vida privada, y Meeks, ex narco y hombre fiel a un único dios: el dinero. Por motivos distintos, los tres se verán vinculados a un grupo de comunistas entre los que un sádico asesino ha sembrado el pánico.