?¿No has muerto? Dicen que colaboraste con la Gestapo.?
Weronika Grynberg, más conocida como Wiera Gran, fue la voz del gueto de Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial. Su belleza era espectacular y su voz recordaba a Marlene Dietrich. Un día vino a pedirle trabajo Wladyslaw Szpilman quien la acompañaría al piano en sus actuaciones del café Sztuka. Szpilman pasó a la posteridad, incluso su vida fue llevada al cine por Roman Polanski en la película El pianista. Ella en cambio no. ¿Por qué?
En agosto de 1942, Wiera Gran salió del gueto gracias a su marido, católico polaco. Siempre lamentó no poder llevarse consigo a su madre y a sus hermanas. Vivió de un lugar a otro, ocultando sus orígenes tiñéndose de rubia, perdió un hijo por inanición... Hasta que llegó 1945 y empezó su segundo calvario. Fue acusada de haber colaborado con los nazis, de haber cantado para ellos, de haber sido una delatora y una doble agente. El propio Szpilman no le dio trabajo en la radio de Varsovia. Enloquecida por la dolorosa situación, abandonó Polonia para recorrer el mundo cantando en cabarés de todo tipo, desde Caracas a Tel Aviv, pasando por el Carnegie Hall de Nueva York. Pero siempre con la sospecha de que estaba siendo seguida.
Terminó su vida un día de noviembre de 2007, sola, en París, reinando en un reino de sombras y secretos de la guerra. ¿Cuál es el precio de sobrevivir? ¿Contó Szpilman toda la verdad en sus memorias? ¿Ocultó los aspectos de los que Wiera Gran le acusa?
Agata Tuszynska, entremezclando la labor detectivesca y la de historiadora, indaga en este libro el curso de un siglo convulso a través del destino roto y el honor mancillado de Wiera Gran. Lo vertido en el mismo sobre el pianista Wladyslaw Szpilman llevó a su familia a emprender acciones legales contra la autora de " La cantante del gueto de Varsovia " .