Clarence y su hermana peque241;a Amy son princesas, pero recorren toda Gran Breta241;a, de pueblo en pueblo, como dos fugitivas. Sobreviven vendiendo ung252;entos y esperando que, alg250;n d237;a,160; puedan regresar al peque241;o reino de los Pirineos donde la revoluci243;n acab243; con su vida de cuento de hadas. Con el tiempo, las dos j243;venes han aprendido a defenderse tanto del hambre como de las atenciones no deseadas de los hombres. Pero todas las defensas de Clarice parecen tambalearse tras el encuentro con Robert MacKenzie, conde Hepburn. En sus ojos, la princesa reconoce la promesa de un amor para el que no la prepar243; su infancia en Palacio... pero tambi233;n la sospecha de que aquel hombre apuesto y silencioso guarda en mente para ella un plan inconfesable. Arrastrada hasta el castillo de Robert, se convierte en pe243;n de un juego que el conde lleva mucho tiempo planeando. Pero, algunas veces, hasta un pe243;n puede decidir la partida.