La policía tiene la consigna de acabar con Fortunato, que ha robado un arma y parece peligroso. Ha dado
comienzo la caza del hombre. Sin embargo, la orden dada quizá es demasiado alarmista y excesiva, porque Fortunato no es
tan peligroso como se anuncia: es sencillamente una persona con serios problemas cognitivos y una mentalidad caótica e
infantil. En su huida, Fortunato se esconde en la isla de Boa Vista, donde su situación y su presencia funcionarán como
un detonante de conflictos que trastornarán las vidas de sus habitantes. Esta simbólica novela, ambientada en una isla
del litoral brasileño, una «barca de hombres», presenta de una forma caleidoscópica y fragmentaria un universo humano
supuestamente cerrado y bien definido, pero mucho más complejo de lo que las apariencias sugieren. En la tradición de
Faulkner y Proust, La barca de los hombres es un brillante y poético ejercicio de estilo de una de las voces más
personales de las letras brasileñas.