Kokoro, la obra maestra de Soseki, es la recreación penetrante y
desgarradora de la complejidad moral existente en las relaciones humanas donde hay tanto que queda sin decirse, incluso
en los ámbitos más íntimos. En este sentido, los silencios de la obra, más elocuentes que las palabras, y las alusiones
indirectas, sirven de puente al corazón de las cosas y de las personas. Un corazón observado tanto desde la especial
perspectiva de la cultura japonesa, como desde la condición humana en general. Kokoro, que quiere
decir precisamente "corazón", es una lectura sobre el amor y la vida que se hace inolvidable por su sobria, poética
intensidad.