La trama de esta novela se sitúa entre el 2 y el 4 de octubre de 1937 en la frontera entre Haití y la República Dominicana. El dictador Trujillo, amparado por la indiferencia de un Occidente que por entonces tiene otros cabos que atar, decide iniciar una «limpieza étnica» destinada a convertir a los dominicanos en «blancos». Su mirada se dirige hacia el vecino más pobre y más negro: el haitiano que necesita pasar la frontera para trabajar en la semiesclavitud de las azucareras de la zona. En los dos días que duró la Operación Cabezas Haitianas fueron decapitadas entre 6.000 y 10.000 personas. Una historia de amor entre el mulato dominicano Pedro Álvarez Brito y la negra haitiana Adèle Benjamin viven allí en la plenitud de su amor. Pedro intenta enseñar a Adèle a pronunciar «perejil», pero la endiablada palabra se le enreda siempre, los sonidos se cruzan, se montan unos sobre otros. Adèle es demasiado negra para pronunciar el correcto «perejil».