El amor se escribe con los silencios, la música y las huellas en la superficie de las cosas. Lo esencial, presente y oculto día tras día, enreda la vida de Pablo, de Luisa, de Valeria, de Ladislao y Julián. Arrazábal y sus compañeros de curso están a punto de acabar los estudios. Todos ellos deben enfrentarse a sí mismos, a la madurez, a los miedos viejos y a los nuevos, a los caminos que aún no saben que transitarán. ¿Son, fueron, los días más felices?
Los cuentos que dan cuerpo a este libro, y que han de leerse como si se trataran de capítulos de una novela, o como las variaciones de un sólo tema musical, ahondan en la belleza de lo mínimo y sumergen al lector en una experiencia sensorial, propia e intensa, marcada por el ritmo de un estilo contenido y los planos cortos propios del cine.