Las Historias de Cornelio Tácito, escritas en los primeros años del siglo II de nuestra era y llegadas a nosotros de manera muy fragmentaria, son la fuente más importante de que disponemos para el conocimiento de la primera gran crisis del Imperio Romano: la que se desarrolla a lo largo del dramático año 69 d.C., el año de los cuatro emperadores (Galba, Otón, Vitelio y Vespasiano). El interés de la obra, sin embargo, supera el ámbito del interés meramente histórico, pues en ella se manifiestan ya la capacidad de análisis psicológico y la serena profundidad que llegan a su cima en los Anales y hacen de Tácito uno de los grandes clásicos del Occidente.