Narrada con delicioso estilo e ironía venenosa,
La
Rebelión de los Ángeles nos sitúa en el centro
de la más audaz y quimérica de las empresas imaginables:
destronar al anciano y todopoderoso soberano: el Dios de la mitología
judeocristiana, el tirano del universo, el cruel Ialdabaoth. La acción
comienza en la biblioteca de los Esparvieu, donde la plácida rutina
diaria de su conservador se ve interrumpida por una serie de misteriosos
desórdenes y extrañas desapariciones, que nos conducen hasta
los ambientes revolucionarios del París de principios de siglo.
Sin necesidad de recurrir a fantasmas esotéricos, Anatole France
logra una espléndida y divertida metáfora sobre la eterna
lucha entre el bien y el mal, dando vida simplemente a los viejos espíritus
familiares de la teología cristiana.