En las páginas de esta novela el lector encontrará un relato conmovedor, y también una promesa: llega una Nueva Era en la que la espiritualidad podrá con el materialismo.
Juliana es una muchacha especial. En apariencia tímida, ingenua, solitaria, delicada incluso, guarda en su interior una fuerza excepcional, el convencimiento de que la vida es alegría, belleza, una oferta permanente de felicidad. Tiene la capacidad mediúmnica, además, de entrar en comunicación con el mundo espiritual y el don de curar la enfermedad. Serán precisamente estas cualidades las que la enfrentarán a su padre, un médico de gran prestigio que atribuirá "las rarezas" de su hija a un trastorno mental y se obstinará en internarla en un hospital. Juliana deberá huir de casa y esconderse para proseguir sin interferencias su labor en este mundo.
Costaría encontrar, hoy en día, un mensaje tan optimista en relación al futuro como el que nos ofrece Zibia Gasparetto. De nosotros mismos dependen, y de nadie más -nos explica a través de los personajes de Por las puertas del corazón-, nuestra felicidad, nuestro bienestar y nuestra salud. De nosotros depende que sepamos dar con el lugar que nos pertenece cuando abandonemos el mundo mortal. Porque lejos de lo material y lo mundano hay otro mundo, más vida, una eternidad donde disfrutar por fin de la paz y el amor que todos, sin distinciones, merecemos.