El canto en el umbral, primer libro de poemas de Rafael-José Díaz, se propone como la aventura de la palabra imantada por la luz cenital o nocturna de un lugar siempre ausente: el umbral. En una «poética» de 1994, el autor declaraba: «El canto en el umbral es un canto suspendido. Suspensión entre la vida y la muerte, entre el ser y el no ser, la palabra que ha decidido habitar el umbral sabe que habrá de exponerse a la soledad y a la inclemencia, a la ausencia de morada y al exilio perpetuo junto a su propia casa. Esta palabra habita un lugar sin lugar, vive la experiencia del borde último y se adentra en espacios que desconoce. Pero nunca abandona el umbral. Porque este es también el lugar de la espera, el lugar en que la palabra espera la palabra».
Rafael-José Díaz nació en Santa Cruz de Tenerife en 1971. Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de La Laguna, es actualmente lector de español en la Friedich-Schiller-Universität (Jena, Alemania). Dirigió la revista Paradiso (Tenerife: 1993-1995) y coordinó, junto con el pintor Carlos Schwartz, la página literaria De umbral en umbral del periódico El Día (Tenerife: 1994-1996).
Formó parte de la antología Paradiso. Siete poetas (1994), editada por Andrés Sánchez Robayna. Ha publicado la plaquette El ojo del verbo (1996) y la carpeta Las cuerdas invisibles (1996), con poemas suyos y dibujos de Jesús Hernández Verano. Como traductor, se ha centrado fundamentalmente en algunos poetas franceses de la actualidad: Yves Bonnefoy, Jacques Roubaud, Jacques Ancet, Jean-Pierre Chambon, Claude Held, Jean-Gabriel Cosculluela y otros. También ha traducido del italiano (Mario Luzi y Paolo Valesio), del portugués (José Bento y António Ramos Rosa) y del alemán (Johannes Bobroski).