“Las doce sillas” es un clásico indiscutible de la literatura rusa del siglo XX. Ambientada en la Rusia soviética de los años 20, recrea el ambiente de la Nueva Política Económica propiciada por Lenin con un pretexto de gran rendimiento: la búsqueda por toda Rusia de doce sillas idénticas, en una de las cuales una dama de la antigua nobleza ha escondido unos diamantes. El héroe principal es un pícaro timador lleno de ingenio y recursos, que se aprovecha de la avaricia o estupidez de los burócratas, comerciantes, antiguos aristócratas, miembros del clero y demás personajes que pueblan la obra. A pesar de su desfachatez, se gana la simpatía del lector, que a menudo lo identifica con una especie de justiciero popular. El resultado es una comedia extraordinaria en el tono de los mejores Lubitsch, Mark Twain o Conan Doyle.