En 1779, Calum McDonald dejó su tierra natal escocesa para embarcarse en un duro viaje a través del océano. Partió como esposo y padre, y llegó convertido en viudo y abuelo. En las costas salvajes del Canadá, "la tierra de los árboles", su familia se asentó y prosperó a pesar de las dificultades, conservando su espíritu de clan, su orgullo y su historia común. Alistair MacLeod rinde en esta novela un emotivo homenaje de las tierras y las gentes del Canadá que conoció en su niñez y juventud, con una historia de amor, lealtad y lazos familiares.