El eterno perdedor Max Riera vuelve a ejercer de detective alternativo, en este caso para resolver la misteriosa desaparición de su relamido cuñado Tomás, que ha provocado que la desesperada mujer de éste se instale en su destartalado piso de la plaza Real. Forzado a frecuentar los barrios altos y con la ayuda del inefable Roc, que sigue empeñado en recuperar su juventud a base de correr detrás de todas las faldas, Max desentrañará una complicada trama en la que confluyen el misterio del paradero de Tomás con el sospechoso y trágico incendio de una casa de okupas.
En las tres novelas de Max Riera (El último hippy, Zanzíbar puede esperar y El hombre que adoraba a Janis Joplin) la pluma satírica de Moret escoge lo más sórdido de la rutilante Barcelona para arremeter contra la especulación urbana, el abuso de poder y el delirio yuppie desde la óptica de un noble hippy a medio reciclar, todo ello aderezado con una trama de novela negra y humor ácido en abundancia.