"A ratos encantadora, en ocasiones profundamente conmovedora... Hanna Malter, una adolescente que trata de darle sentido al desasosegador mundo que le rodea, emerge como una presencia poderosa y auténtica."
J. M. Coetzee
La infancia de Hanna Malter transcurrió en el pueblo de Burgdorf, a orillas del Rin, en la Alemania de la posguerra, cuando nadie quería recordar esos años de horror y muerte y el periodo había desaparecido incluso de los libros de texto.
De la mano de Trudi Montag, la bibliotecaria del pueblo, una mujer solitaria y deforme que mata el aburrimiento entrometiéndose en vidas ajenas, Hanna descubre los secretos de sus vecinos, historias que son a veces inconfensables vergüenzas y, otras veces, heroicidades de ese pasado que los adultos se empeñan en borrar. Pero más allá de los misterios de las gentes de Burgdorf, con cada historia, Hanna aprende que dejar la infancia es mucho más difícil de lo que nunca había creído y que el mundo de los mayores está repleto de gestos extraños e incomprensibles.
Plagada de referencias autobiográficas, Flotando en la palma de la mano de mi madre es un hermoso retablo de personajes y anécdotas, sencillo y profundo a un tiempo, evocación de la infancia añorada de Hanna en la que, con fuerza irremplazable, surge la imagen de su madre, una mujer imprevisible y libre que le enseñó a Hannah a nadar en el río durante las noches de tormenta para aplacar los recuerdos más tristes.