«Avatar» y «Jettatura» son dos apasionantes novelas breves en las que Théophile Gautier nos va introduciendo de forma fascinante y magistral en dos de las historias de amor más bellas de la literatura del siglo XIX. En ambos relatos, y a pesar de que sus argumentos son diferentes (en «Avatar» el protagonista se somete a un intercambio de almas y «Jettatura» trata del poder destructivo del mal de ojo), el amor se presenta como una fuerza arrolladora que obliga a sus personajes a cometer acciones a las que jamás se prestarían si el sentimiento amoroso no fuera lo más importante de sus vidas. Desde la primera frase de «Avatar»: «Nadie podía comprender la enfermedad que minaba lentamente a Octave de Saville», y la llegada del Leopoldo, magnífico barco de vapor toscano, a la bahía de Nápoles, en «Jettatura», el lector se queda tan fascinado que ya no puede interrumpir la lectura hasta saber qué depara el destino a los personajes y, sobre todo, cómo el autor resuelve los enigmas que tan misteriosamente plantea.