A raís de la Revolución francesa, el que debía ser el siguiente rey, Luis XVII. quedó encerrado y custodiado por unos funcionarios que poco a poco fueron perdiendo todo interés en su persona, y el niño creció aislado, sin apenas estímulos externos. La historia singular de este personaje sirve al autor pra exponer lo primeros años de la Revolución y sobre todo el funcionamiento y los mecanismos del Estado, al hilo de la estremecedora historia personal de un niño abocado a la miseria única y exclusivamente por el hecho de ser hijo de quien lo era. Una historia dura, triste y cruel, mostrada, con el apoyo de la documentación disponible, con una sensibilidad muy poco usual.