Joan Cantarero fue jefe de prensa de ANELA, la asociación de dueños de locales de alterne, durante más de cuatro años. En ese tiempo ha estado compilando información, fotos y documentos inéditos con la intención de poner al descubierto a los verdaderos amos de la prostitución, a los dueños de un negocio que mueve en España miles de millones de euros por año. Nadie había conseguido este tipo de información, ya que acceder a ella era imposible, hasta la creación de ANELA y para estupor de sus miembros, que de pronto veían cómo un negocio ilegal se situaba en uno de esos limbos alegales y su forma de vida, hasta entonces semiclandestina, se tornaba completamente legal, incluso aceptada por la sociedad.