Entre los numerosos objetos de análisis que llamaron la atención de ARISTÓTELES (384-322 a.C.) se contó también el fenómeno literario y, dentro de él, su más notable manifestación en su época: el teatro. En el sucinto tratado que recibe el nombre de POÉTICA traducido, presentado y anotado en esta edición por Alicia Villar Lecumberri expone con maestría la estructura formal de la tragedia y la comedia de la antigua Grecia. En él es donde encontramos por primera vez definidos algunos conceptos literarios la trama o argumento de una obra, las distintas partes de una pieza dramática, los efectos que el teatro produce en el espectador o lector, así como términos como los de catharsis o purificación, la peripecia o cambio de fortuna, o el concepto de anagnórisis, «reconocimiento», que desde entonces pasaron a ser moneda corriente en todo el desarrollo posterior de las literaturas occidentales.