De estar a punto de ser hijo adoptivo de una capital de provincias española, Córdoba, John Haycraft pasó a ser considerado persona non grata en España debido al impacto de este libro, que contó con un prólogo de Gerald Brenan. Pocos años después de la polémica que suscitó su publicación en inglés en el ambiente asfixiante del franquismo, se le prohibió la entrada en España. Haycraft hace en Babel en España un vertido de opiniones, propias y, quizás lo peor, ajenas con la misma vehemencia que achacaba a los españoles, y con cierto candor puso de manifiesto las claves políticas, sociológicas, religiosas y culturales de la sociedad española de los años cincuenta. Su reflejo sin tapujos de la España de postal y de la menos tópica y su franqueza al hablar y referir opiniones sobre la Guerra Civil y la dictadura, sobre Franco, Gibraltar, la atosigante presencia religiosa en la sociedad española y la frustración constante de los elementos emergentes de la misma, le pasaron factura cuando la ciudad concreta y el país entero le volvieron la espalda. Siempre sospechosos de espionaje para unos, algo disolutos o pobres protestantes para otros, John y Brita Haycraft conocieron la sociedad española de entonces tras casi una década de estancia entre Segovia, Toledo y, sobre todo Córdoba, donde, desde su escuela de idiomas, encontraron jóvenes prometedores, profesionales desengañados, gentes de pasado comprometido, un ex SS o refugiados de toda clase de fascismos europeos… es decir, un auténtico babel sociológico donde Haycraft nos muestra su contradicción entre el amor al país que les acogía y el desamor con ciertas circunstancias que chocaban frontalmente con cualquier mentalidad extranjera.