Lápidas es un libro brutal. Escrito en 1987, este texto húmedo y amarillo se inclina sobre el abismo de la existencia, ofreciéndonos toda la rotundidad y el silencio del que es capaz la palabra. Lápidas es un libro de carne y ceniza, una begonia acerada que al lector aguarda, de siempre, con su aroma a sombra y estiércol, donde dicen que la verdad brota, sí, alimentada por los despojos de razón en que sin duda el lector audaz habrá de irse convirtiendo según avance por estas páginas.