Con los baúles cargados de libros que le entrega un familiar, el joven Sancho Bordaberri decide abrir, en plena posguerra, una modesta librería de lance en Getxo. Cuenta enseguida con la complicidad de Klodobike, una mujer entusiasta y vehemente. En el fondo, lo que quiere Sancho es ser escritor de novelas policiacas, pero nunca logra igualar a sus admirados Hammett o Chandler y las editoriales le devuelven todas sus historias. Hasta que un día descubre, con el enésimo manuscrito rechazado en las manos, que el único asesinato que ocurrió en Getxo, antes de la Guerra, está todavía sin resolver y que contar un caso real puede ser de gran ayuda para alguien sin imaginación. Sancho se convierte entonces en detective privado para aclarar quién quiso matar a los gemelos Altube encadenándolos en una roca para que la marea los ahogara. Durante sus pesquisas y entrevistas con los sospechosos, descubrirá que está escribiendo una novela real, con un estilo nuevo, en la que él es a la vez el narrador y el protagonista, un detective que a partir de ahora se llamará Samuel Esparta en homenaje a Sam Spade.