Forzados por la sequía y el acoso de los bancos, los Joad, una familia de granjeros de la Oklahoma rural y empobrecida de los años treinta, enfilan la carretera 66 para emprender un atribulado éxodo con la intención de buscar trabajo y una vida digna en California. Si atrás dejan campos asolados por las tormentas de polvo, a lo largo del camino sólo encuentran penuria, hambre, hostilidad en los pueblos por los que pasan. Sin embargo, ni las advertencias de quienes regresan, pobres y desengañados, ni la muerte y la progresiva desintegración de la familia, bastan para que cejen en su empeño. Y, en su afán de supervivencia, conservan la entereza y la dignidad frente a la miseria moral de quienes se aprovechan de la miseria real. Posiblemente haya que huir del infierno para descubrir que no existe la tierra prometida.