Adil Bey llega a Batum, ciudad del sur de la
Unión Soviética, como nuevo cónsul de Turquía.
Pero su trabajo en la pequeña ciudad, asfixiada
por el régimen comunista, se va pareciendo
cada vez más a una trampa: aislado de
todo contacto con el mundo, va tomando cuerpo
la sospecha de que su antecesor ha sido envenenado,
y siente que sus vecinos de enfrente
le vigilan día y noche. Cautivo de una obsesiva
soledad, se siente atraído por Sonia, su secretaria,
con la que inicia una relación de terribles
consecuencias.