Poco antes de dar por concluida su novela Armonía celestial fue aceptada la solicitud de Péter Esterházy de revisar el material referente a su familia en la Oficina de Historia Contemporánea, donde quería averiguar si lo habían espiado en los años de la dictadura. Pero en vez de encontrar informes sobre sí mismo o su familia le fueron entregadas cuatro carpetas, en las que inmediatamente reconoció la letra de su padre Mátyás, quien bajo el pseudónimo de Csanádi había informado entre 1957 y 1980 como colaborador de la policía secreta húngara. Para el autor se quiebra un mundo, porque en Armonía celestial, la novela mundialmente celebrada, había erigido un monumento literario a su padre.
®Si Hungría fuese el único país que ha vivido esas tragedias, sería este un libro húngaro. Pero Péter Esterházy, convertido él mismo en una figura trágica, ha vuelto a escribir una pieza de literatura universal¯.
Frankfurter Allgemeine Zeitung