El extravagante personaje de la novela de Juan Goytisolo, Paisajes después de la batalla (1982), cuyas profecías y visiones apocalípticas se han cumplido con puntualidad, muere al final de la obra, víctima de una bomba lapa adherida a su gabardina por un oscuro grupo extremista. Proyectado al Más Acá de la muerte, contempla ahora desde el ciberespacio la realización de sus delirantes augurios y decide regresar al Más Allá de su vida para comprender las motivaciones de quienes acabaron con ella, a fin de abrazar sus doctrinas y ponerse en la piel de su ejecutor.
Novela del siglo XXI, El exiliado de aquí y allá inventa a su modo el arte de narrar de la nueva centuria con la claridad y exigencia que caracterizan la obra de madurez del autor. Su humor corrosivo, respecto de sí mismo y de su desdichado héroe, no deja obispo con mitra ni títere con cabeza.