Donde los perros se vuelven lobos, más allá de su intrincada narración en torno a víctimas y verdugos, a conflictos entre guerrillas y ejércitos marcados por la culpa, la novela cuenta la historia de una traición entre hermanos, la historia de una relación fraternal compleja e irresuelta.
«? No es que la profesión de abogado fuese más noble que la de militar, pero quizá la abogacía se habría adaptado mejor a su temperamento. Una cosa era defender los derechos de la gente en un juicio sin derramar sangre, y otra muy distinta ir a la guerra. Velar por el cumplimiento de la ley se había convertido en una carga que a veces le pesaba como una traición, como si unirse al ejército hubiera sido un menoscabo a su propia integridad.»