Los trabajos que se incluyen en esta obra, analizan la forma en que se ha ejercido el poder en España, especialmente durante el trienio que va de 1992 a 1995. Se demuestra así que los últimos Gobiernos socialistas, gozando de una evidente legitimidad de origen, fueron perdiendo su legitimidad de ejercicio, sin la cual no es posible gobernar en las democracias modernas.
En efecto, tanto su distanciamiento progresivo y constante de los gobernados, como los numerosos escándalos que durante este tiempo salieron a la luz pública fueron deslegitimando a los sucesivos Gobiernos.
El resultado, como es sabido, comportó no sólo la bunkerización del Presidente del Gobierno y sus colaboradores, sino la arribada de una democracia "judicializada", cuyos elementos son brillantemente analizados en esta obra.