Desde su inicio, el proceso de paz entre israelíes y palestinos ha estado presidido por la desigualdad y la violencia. Después de una década de negociaciones infructuosas, la Cumbre de Camp David puso en evidencia las profundas diferencias existentes en torno a la solución definitiva del conflicto. El desaparecido Yasir Arafat fue responsabilizado entonces del fracaso de las conversaciones, lo que evitó que se abordaran las verdaderas razones del colapso del Proceso de Oslo. La llegada al poder de Mahmud Abbas no ha cambiado la situación, e Israel, amparada por los Estados Unidos, continúa su política de ?hechos consumados? (patente en la intensificación de la colonización y la construcción de un enorme muro de 700 kilómetros de distancia), destinada a hacer inviable un futuro Estado palestino.
En esta segunda edición, ampliada y actualizada, se dan las claves necesarias para comprender las implicaciones de la Intifada del Aqsa, las exigencias de la Hoja de Ruta, la política unilateral del gobierno Olmert, los efectos del muro, la política de la Administración de Bush hacia Oriente Medio, la victoria electoral de Hamás y la creación de un Gobierno de Unidad palestino, y de todo este análisis emerge una conclusión insoslayable: que el conflicto y la paz están directamente ligados a los intereses y al poder de los actores israelíes, que, como parte fuerte, disponen de capacidad para imponer sus planteamientos a la parte débil: los palestinos.