«Todo lo he hecho por mí mismo, nadie me ha regalado nada.» Gerhard Schröder Supo aprovechar sus oportunidades: de origen muy humilde, huérfano de padre al que nunca conoció, trabajó duramente toda su vida hasta alcanzar el más alto puesto en el gobierno de Alemania. Como canciller, se arriesgó al plantear una moción de confianza para enviar soldados alemanes a una misión de paz en el extranjero, y con ello se granjeó el máximo reconocimiento para su país. De manera consecuente, defendió su «no» a la guerra de Irak. Durante su mandato se llevaron a cabo amplias reformas largo tiempo aplazadas. Para adaptar Alemania al mundo globalizado, abandonó la cómoda ideología de que el Estado es responsable de todo y de todos. Decisiones es un combativo resumen que no escatima en críticas –y autocríticas–, además de constituir el legado político de un decidido luchador por la justicia social y por una Europa unida, consciente de sí y en paz.