La apasionante trayectoria política de Josep Solé i Barberà (1913-1988) va desde la República y la guerra civil, al final de la cual fue condenado a muerte por el régimen franquista, hasta la transición democrática, en que fue una de las caras más visibles y más respetados del PSUC. Formado en el Ateneu Enciclopèdic Popular y en la Unvierdidad de Barcelona, fue dirigente estudiantil universitario, militó en el Bloc Obrer i Camperol y presidió, en el año 1936, la formación de las Juventudes Socialistas Unificadas de Catalunya. Cuando estalló la guerra formó parte del Comité Antifeixista de Reus, fue nombrado Juez de Primera Instancia y se incorporó en el Ejército Popular como comisario político. Tras pasar cinco años de cárcel y cinco más de destierro en la Mancha, pudo volver a Barcelona y ejercer su profesión, convirtiéndose en uno de los principales abogados de los presos políticos.