En discursos y artículos, en novelas y ensayos, en biografías y diarios, en entrevistas y cartas, Manuel Azaña dejó una obra variada e inmensa que ha sufrido, como su misma figura, largos años de desprecio y destierro hasta su lenta e intermitente recuperación. Quedaba aún por realizar la recopilación de toda su obra escrita y hablada como un flujo continuo que arranca con sus textos juveniles y culmina en sus cartas del exilio. Esta nueva edición recoge cientos de páginas de discursos desconocidos, completa las series de artículos publicados en diversos diarios y revistas, reproduce la totalidad de sus diarios y da a conocer la obra inédita de quien mejor representó la ambición reformadora de la República y nos legó el testimonio más desolado de su cruel e inmerecido destino. Vol. III: Abril de 1931-septiembre de 1932 La obra de estos años, durante los cuales fue ministro de la Guerra y jefe de Gobierno, son decretos, discursos y diarios. Sus palabras marcaron el rumbo de la República.