La mejor novela de William Boyd: un proyecto literario de gran ambición y originalidad. Un prodigio de historia, ficción y fotografía que retrata el siglo XX a través de una mujer apasionante.
Nacida en la Inglaterra de principios del siglo XX, Amory Clay crece con la permanente ausencia de su padre, quien lucha en la Primera Guerra Mundial. Su tío Greville, un apasionado fotógrafo, le proporciona el vínculo emocional que necesita y le regala su primera cámara, sin saber que ese inocente presente determinará su futuro. Tras su abrupta salida del internado Amory se dirige a Londres, donde se convertirá en la aprendiza de Greville y trabajará fotografiando a la alta sociedad para la revista Beau Monde.
En busca de nuevas emociones se desplaza al loco Berlín de los años veinte, al apasionante Nueva York de los treinta, vive de primera mano las protestas de los camisas negras de Londres y la Segunda Guerra Mundial en París, convirtiéndose en una de las primeras fotógrafas bélicas. Su deseo de vivir al límite la lleva a nuevas contiendas, a los brazos de distintos amantes y a la maternidad. Hasta el final de sus días, Amory luchará por conseguir sus sueños y por combatir sus demonios.
William Boyd regresa con la mejor novela de su carrera. La apasionante historia del siglo XX contada a través de la cámara de una mujer inolvidable: Amory Clay. En un proyecto literario sin precedentes, Boyd ha recopilado durante años fotografías anónimas, que ahora conforman el poderoso retrato y legado artístico de una mujer que, de tan fascinante, se ha vuelto real.
«Dure lo que dure vuestra estancia en este pequeño planeta, tanto da lo que ocurra en ella, lo más importante es sentir -de vez en cuando- la suave caricia de la vida.»
La crítica ha dicho...
«Un escritor que se las ha arreglado para fotomontar la literatura y lo popular con técnica envidiable y colores y contrastes y encuadres muy personales.»
Rodrigo Fresán, Vanity Fair
«Boyd busca, de la forma más directa y clara posible, conectar con ese tipo de lector que añora ciertos tiempos en que los narradores se dedicaban a contar y visualizar, a divertir y entretener.»
Enrique Vila-Matas, El País
«La mejor novela de Boyd desde Sin respiro. En el retrato íntimo de Amory es donde brilla especialmente. No es un mal epitafio, sino más bien un tributo al talento de Boyd, afirmar que extrañamos a Amory como a una amiga cuando nosotros, y ella, llegamos al final del libro.»
Mary Hoffman, The Independent
«Un escritor que se las ha arreglado para fotomontar la literatura y lo popular con técnica envidiable y colores y contrastes y encuadres muy personales.»
Rodrigo Fresán, Vanity Fair
«Suave caricia es el logro más asombroso de William Boyd hasta ahora.»
Planet Arts Melbourne