El sábado 23 de abril de 1977 una joven lectora de diecisiete años se acerca por vez primera a un escritor para que le firme un ejemplar de su libro. Se trata del debut literario de ese escritor, lo cual supone que para ambos se trate de un momento muy especial. Enseguida se crea entre ellos un vínculo de mutua simpatía y afecto que les llevará a buscarse y reencontrarse todos los días del libro durante más de treinta años.
Estas citas anuales componen el relato de las vidas de sus protagonistas, que se sinceran en el poco tiempo que duran esos encuentros fugaces entre libros y escritores que han marcado toda una época.
El día del libro es, ante todo, un relato sobre el amor a la vida, a la lectura y a los libros.