«En un mundo verdaderamente invertido, lo verdadero es un momento de lo falso.» Guy Debord
En esta obra, El Roto aplica su capacidad para sintetizar en imágenes tan claras como poéticas su visión de la situación actual del arte contemporáneo, así como de los distintos agentes que participan en este mundo de apariencias: las ínfulas, esperanzas y decepciones de los autores; la incomprensión del público; la insustancial influencia de la crítica; el caprichoso interés de los galeristas o la tiránica relación entre arte y mercado… Nadie se salva de su picota, aunque como él mismo afirma: «Mi voluntad es clarificar el mundo, no castigar a los malvados».