Un viaje emocional de la mano de Javier Gallardo para dejar que el tiempo nos cure las heridas.
No se puede disfrutar del presente,
sin hacer las paces con el pasado.
Cuando sufrimos una herida es muy fácil creer que no hay solución, que el dolor nunca se irá y que, desde ese momento, ya nada tiene sentido. También es fácil pensar que el tiempo todo lo cura, que solo hay que esperar y el dolor se irá solo. Pero lo cierto es que nada es tan fácil ni tan difícil. Para sanar esas heridas que se esconden debajo de la piel, hace falta saber olvidar y perdonar, quererse a uno mismo y aprender a vivir en paz.
El tiempo todo lo cura, pero las cicatrices dependerán de lo que hagas durante ese tiempo. Por eso te pido que me acompañes en este viaje, serán solo tres paradas.