En el bosque, es bien sabido, la rutina raramente te lleva lejos. Pero solo hace falta un pasito, una musiquita pegadiza, y una barca que surca el río y ¡epa! ¡A pirarse!or primera vez en su vida, el Lobo en calzoncillos deja atrás su bosque natal para ver mundo, ligero de equipaje y sin neuritas. ¡A la aventura! ¿Qué le tendrá reservado el destino a nuestro Lobo favorito? Lugares desconocidos, gente asombrosa, y, tal vez, incluso el amor?